De brujas y otros demonios


Hace unos di­as termine de leer un libro llamado El último ritual de Yrsa Sigurdardóttir, debido a
la trama de este libro, se hace mención repetidas veces a otro libro llamado Malleus Maleficarum
(El Martillo de las Brujas) que fue escrito hace un chingo y dos montones de años, (1486), por dos
monjes inquisidores dominicos, Heinrich Kramer y Jacob Sprenger.

Tanta insistencia en este libro despertó mi curiosidad y decidí conseguirlo para leerlo; a grandes rasgos este es un manual bastante completo sobre como cazar y hacer confesar, (obvio, bajo tortura), a alguien de que era brujo o bruja. Lo que mas me llamo la atención, aparte de todo el repertorio de torturas, extrañas preguntas estúpidas que le hacian a las personas para asegurarse de que realmente eran culpables,(¡a fuerza!) y el ferviente fanatismo religioso con el que fue escrito, es el hecho de que dicho librito esta bastante concentrado en las mujeres. Me dio la impresión de que estos dos tipos tenia la idea de que ¡la culpa de todo lo malo que pasa en esta vida, la tienen las mujeres y como consecuencia hay que perseguirlas, someterlas y castigarlas bajo cualquier pretexto y a como de lugar!, (¿suena familiar?).

Aparte de pensar muy seriamente que estos dos tipos tenian serios desordenes mentales y si no es que hasta sexuales, cuando termine de leerlo y me agarro uno de esos lapsus versus en los que te vas de viaje a lo mas recondito de tu cerebro y... una pregunta salio a flote.

¿Y las cosas, han cambiado?, ¿realmente en pleno siglo XXI, las cosas han cambiado?

Las respuestas tras otras largas horas de alucine fueron SI y NO, (por lo menos en México).

La ciudad donde vivo tiene una infraestructura relativamente moderna, es bastante "Agringada",
al grado de que creo que aqui se festeja mas el día de acción de gracias que el grito de independencia, su tamaño tambien es bastante considerable y esta llena de industrias de todo tipo, pero lo extraño, (o bueno, tal vez no tanto), es que pese a todo esto, la mentalidad de mucha gente, (si no es que de la mayoria, cosa que no me atrevo a asegurar, ¡aun!), todavia esta atorada en la época de Pancho Villa y sus revolucionarios robandose a las muchachas a caballo y echando plomazos por que paso el tren.

Cuando recien llegue, la primer "noticia de lavadero" que me impacto fue saber que aqui­, hay una gran cantidad de jovencitas que rentan un salón, ven arreglos, comidas, bebidas, musica y..., para no hacer el cuento largo,empiezan a pagar el salón de fiestas para su boda y hasta el vestido, después, feliz y contentamente se dedican a conseguir al novio lo mas rápido que se pueda. Otro tema que me dejo anonadado es descubrir la cantidad de mujeres que estan dispuestas a ser "las capillitas" en una relación "amorosa".
Con el paso del tiempo he descubierto mas de este tipo de extrañas anomali­as, lo cual me orilla a pensar sies que en esta ciudad especificamente, (¡que quede claro!, hablo solo de esta ciudad, por que como buen cientifico, la he tomado como muestra de un universo para mi experimento), ¿no se les inculca a las niñas lo que es la autoestima? o peor aun, ¿minan y se encargan de borrar sistematicamente su capacidad de pensar, su voluntad, sus deseos y cualquier expectativa de vida mejor a la que les podria dar una versión pirata de "un matrimonio arreglado"? o ¿es simple conveniencia y ansias de control por parte de los elementos masculinos de la raza humana?, genética?, ¿los ovnis o el chupacabras?.

La verdad...

¡Seguimos torturando! y torturamos ahora no en algun extraño lugar perteneciente a la inquisicion, ni en los cuarteles generales de la PGR, ni en las casas de seguridad; torturamos desde las mismas rai­ces de una sociedad, torturamos desde el mismo ceno de la familia. Torturamos niñas y niños que un di­a seran mujeres y hombres y que a su vez se encargaran de torturar a sus hijos cuando sean padres y cuando sean abuelos, junto con sus hijos torturaran a sus nietos hasta que el mensaje se quede grabado geneticamente en cada uno de ellos y se transmita por ADN.

Torturamos ideologica y psicologicamente niñas para crear "Adelitas", mujeres sumisas e infelices sin aspiraciones, mujeres que sufren graves trastornos psicologicos, graves enfermedades fisicas, mujeres dispuestas a convertirse en martires de la violencia y cuya unicas razones en la vida sean medio tratar de cuidar su hogar y convertirse en esclavas del marido mientras le dicen que si a todo por evitarse un problema.

Torturamos ideologica y psicologicamente niños para crear Panchos Villas muy machos, cuya mayor virtud sea gritarle a su vieja para que valla por cervezas a la tienda por que quiere festejar que la selección nacional le gano 5.0 a los gringos, que son expertos en el uso de la violencia y que lo unico que los diferencia de los animales son dos neuronas; una que le permite hablar y la otra que le permite rascarse los tanates frente a la televisión mientras ve futbol o cambiarle de canal a la tele.

Torturamos Niñas y Niños, para asegurarnos de que sean infelices y que sigan siendolo cuando crezcan.
Torturamos Niñas y Niños, para asegurarnos de que sean incapaces de hacer nada cuando sean adultos.
Torturamos Niñas y Niños, para asegurarnos de que no vallan a ningun lado.
Torturamos Niñas y Niños, para asegurarnos de que no piensen ni ahora ni nunca.
Torturamos Niñas y Niños, para asegurarnos de que hagan nuestra voluntad ahora y siempre

Si, las cosas han cambiado; ¡las formas de tortura han cambiado!.
y
No, seguimos sin cambio alguno, ¡seguimos torturando!.

Y a final de cuentas, ¿lo que hacemos no es lo mismo que si siguieramos torturando gente hasta que confiesen que son brujos o brujas?, para despues quemarlos en una hoguera de leña verde produciendole un ardor, un dolor y una agonia lenta por el resto de sus vidas.

En cuanto a los ovnis y el chupacabras, nada tienen que ver con esto, pero pues son un buen pretexto para seguir evadiendo nuestra realidad y para tener a alguien mas que culpar, por que finalmente eso es lo que mejor sabemos hacer.

(Articulo escrito por CrAsH-DMX)

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